Eran unos animales que tenían muchas diferencias con los reptiles que conocemos a día de hoy, ya que caminaron con las patas bajo sus caderas. Es decir caminaban y no arrastraban, la mayoría, de manera erecta. Contaban con un agujero en su cráneo ubicado entre los ojos y las fosas nasales, tenían vértebras sacras en la pelvis y tenían sus extremidades bajo su cuerpo. Poseían músculos en la mandíbula y en el húmero y estructuras muy fuertes en sus rodillas, tobillos y caderas.
Por contra a lo que sucede con los reptiles actuales, diversas teorías e investigaciones sugieren que los dinosaurios no controlaban la temperatura de su cuerpo según el entorno, sino que utilizaban su propio metabolismo y es por ello que podían calificarse, al contrario que los reptiles, como animales con algo de sangre caliente. Los dinosaurios se dividen principalmente en dos grupos según la estructura de la pelvis. Unos la tienen como los reptiles y otros como las aves. También pueden dividirse según sus hábitos alimentarios en carnívoros o herbívoros, aunque también existían especies que consumían vegetales y diversos animales pequeños o según si caminaban a dos o a cuatro patas.
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